A principios de verano, tuvimos una conversación sobre qué hacíamos con FAQAdulting. Teníamos miedo a que, si dejábamos de escribir nuestra What A Week semanal, desapareceríamos en esta era que te obliga a estar conectado hasta para ir a por el pan.
Reflexionamos y nos dimos cuenta de que esa hiperproductividad no nos llevaría a nada. Además, podría motivar a que acabásemos quemándonos con el proyecto; aparte de ir en contra de los principios de FAQAdulting. El problema es que en el mundo en el que vivimos parece que nunca podemos parar porque si no moriremos como la oruga de Los Simpson que siempre demandaba atención. Así que hoy os hablamos sobre cómo detenerse cuando la hiperproductividad te ahoga.
Las comparaciones son odiosas
En el momento de empezar a preparar este número, Fernando de Córdoba escribió a Bea y le preguntó: "¿Cuál es tu truco para hacer tantas cosas?". Tiene gracia: algunas personas siempre pensamos que hacemos menos de lo que parece desde fuera. Es también el caso de Fernando, que cuenta que está buscando el equilibrio entre la ansiedad por hacer mucho y la ansiedad por hacer poco. Y es que hacer cosas muchas veces es sinónimo de poder venderte mejor: De Córdoba tiene un libro, newsletter, sus proyectos como experto en branding, colaboraciones en radio en el horizonte, ideas para varios podcasts, divulga sobre branding en Twitter... Sabe que la exposición que todo esto le da le ayudará en caso de buscar nuevos proyectos profesionales.
La necesidad de exposición es algo que quienes nos dedicamos a la comunicación, la creatividad o la cultura llevamos como una penitencia relacionada con nuestro curro, pero lo cierto es que, con la llegada de las redes sociales, se ha extendido a multitud de trabajos y ya se ha mezclado la imagen y la profesionalidad con la hiperproductividad: sé el mejor en tu perfil de LinkedIn, mima tu marca personal —sea lo que sea esa gilipollez— y cuida que no haya huecos vacíos en tu currículum sin justificar, no vaya a ser que te hayas dado un momento de “descanso”.
Esto puede tener una carga emocional muy intensa que te puede quebrar cuando todo se tuerce. “El momento del ERE de Playground fue insostenible emocionalmente”, cuenta Rubén Serrano, periodista. “Sentía que la puerta se me había abierto un poco en este mundo de pocas oportunidades y conexiones que es el periodismo, y que tenía que aprovecharla, o desaparecería y a saber dónde iba a acabar”. Durante todo ese año, el periodista autor de No estamos tan bien estuvo trabajando en el libro mientras procuraba estar activo en redes para así tener la oportunidad de escribir artículos en diarios, charlas en espacios culturales y conseguir la ansiada visibilidad que le llevaría a más trabajos. “Fue agotador porque me sentía muy a la merced de la nada más invisible, sentía que no tenía ningún control sobre mi ‘yo’ laboral. Mi objetivo casi diario era volcar: ideas, contenido… Pensando que alguien se iba a fijar en mí y me iba a llegar el trabajo, el contrato que me salvaría”.
Todo empieza en la educación
Tessa Mondria es una periodista que está terminando sus estudios y que el año que viene realizará un máster en Estados Unidos sobre comunicación. Esta experta en product management ha vivido ese entorno plagado de comentarios que auguran un futuro terrible: “Durante las dos primeras semanas de clase de universidad, yo todavía con 17 años, nos empezaron a decir: ‘Vas a poder ser esto, pero vas a tardar a tropecientos mil años; vas a poder ser esto, pero vas a estar picando tecla 16 años’. Yo no me veía capaz o con la fuerza suficiente para aguantar todo lo que hay que aguantar hasta llegar a una posición en la que vaya a estar cómoda. ¿Esto me puede gustar o no? Me dije que, para averiguar si me iba a gustar, no iba a esperar a los 35”.
Esta motivación la ha llevado a estar años durmiendo 5 horas diarias: “Mis horarios son bastante extensivos: a lo mejor estaba en la universidad por la mañana y en las prácticas por la tarde. Luego me iba a reuniones de proyectos, asociaciones, a eventos… Y llegas a casa y al día siguiente vuelves a hacer todo el proceso”.
Tanto la experiencia de Bea como la de Julio corroboran esta tendencia que hay en la educación a animarte a mover el culo hasta límites inhumanos. En nuestro entorno nos animan a “estudiar para trabajar”, pero la realidad es que la universidad está lejos de corresponderse con ese ideal de (falsa) meritocracia; y que la hiperproductividad no tiene por qué garantizarte el éxito. “Soy muy consciente de que la educación que la generación de los 90 hemos recibido basada en la meritocracia y el esfuerzo al final era mentira. Nuestra gran hostia como generación ha sido descubrir que nuestro presente es más frágil que el de nuestros padres, porque no tenemos estabilidad”, valora Rubén Serrano. Apunta que la ansiedad por no publicar un tuit, una story o una entrada en LinkedIn porque “vas a desaparecer” es una consecuencia de esta incertidumbre precaria.
Aprendamos juntos a decir que no
“Este verano ha sido el primer verano de mi vida en el que he podido medio desaparecer, sobre todo de Twitter”, explica Tessa. “Al principio pensaba ‘¿Qué haces?’, pero a la gente realmente le da igual porque cada uno está con su propio mindset. ¡Qué bien me ha sentado!”. Al contar con un año hasta sus próximos estudios, y siendo más consciente de su salud mental y su salud física, ha decidido reducir sus actividades y centrarse en ella.
Rubén Serrano explica cómo este sistema se nutre de prometer recompensas en forma de capital social, nutrir el currículum, conseguir un contacto, etc. “Es una máquina tan perversa que al final no estamos construyendo dinero, que es la moneda por la que se intercambia el trabajo, sino visibilidad, que es nada. Lo que he aprendido de todo este malestar es la necesidad de sindicarnos y de decir ‘no’”.
Somos los primeros a los que nos cuesta pisar el freno en esto de la explotación (cof cof, puto capitalismo decadente, cof cof) y por eso queremos decirte que recogemos el guante de Serrano y te animamos a que busques personas con las que compartir tus inquietudes y organizarte por tus derechos (como el seguro dental) porque tus problemas no son solo tuyos, sino que son…
Si quieres compartir tus recetas para decir ‘not today’ a la hiperproductividad, puedes hacerlo en nuestro Discord.
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El curetaje de FAQAdulting
Lo llaman ‘renuncia silenciosa’, pero básicamente es poner límites.
Septiembre, mes de la hiperproductividad por excelencia: los nuevos propósitos y nuevos proyectos nos inundan. Keep calm y mejor de uno en uno.
Nuestra primera aparición en Twitch, ¡chispas! Julio habla de bodas y Bea hace la payasa en el chat.
Terminamos con un poema sobre el adulting generado a través de GPT-3. En inglés porque las IA aún se manejan mejor así. Si queréis probar, os registráis aquí y a jugar:
What is adulting?
Is it bills and taxes?
Is it working nine to five?
Is it being responsible and taking care of your life?
I'm not sure what adulting is,
But I know it's not for me.
I'd rather be a kid forever,
With nothing to worry.
So if you're asking me what adulting is,
I'm sorry, I can't tell you.
Maybe it's different for everyone,
Or maybe no one really knows.