Por qué no puedo parar de mirar Idealista
Estamos a un paso de ponernos la corbata verde y hacernos abrepuertas
Cuando estamos escribiendo esto, el piso más barato que puedes encontrar en Idealista en:
Madrid (9420 viviendas disponibles) es un estudio “aguardillado” de 20 m2 en Numancia, tercera planta sin ascensor, sin habitación, en el que dormirás en un sofá cochambroso. 395 € al mes.
Barcelona (4409 viviendas disponibles) es un estudio de 20 m2 al lado de la parada de metro de Navas, un bajo que da a la calle, en el que la ducha es un elevado que ni siquiera tiene cortinilla y parte del retrete se mete dentro. Sin amueblar. 465 € al mes. 2 meses de fianza, contrato indefinido.
Bilbao (617 viviendas disponibles) es un piso en el casco viejo de 15 m2 útiles, quinta planta sin ascensor. Sin fotos. 550 € al mes, un mes de fianza, ingresos demostrables.
Valencia (1280 viviendas disponibles) es un estudio de 26 m2, bajo exterior, en Ciutat Vella. 365 € al mes. Decorado con buen gusto.
Málaga (751 viviendas disponibles) es un estudio de 20 m2 útiles, en Puerto de la Torre, primera planta exterior, con aire acondicionado y calefacción, con cocina y baño independiente, sofá-cama. Arreglado con gusto. 400 € al mes.
Nuestra obsesión por el mundo inmobiliario ha alcanzado cotas insospechadas durante este último mes. A veces, cuando vamos por la calle, ambos nos paramos en los escaparates de las inmobiliarias para ver los precios de los alquileres y las viviendas en venta. ¡Si el otro día hasta nos inventamos un partygame basado en “El Precio Justo” en el que teníamos que adivinar el precio de un piso basándonos en sus características! Estamos un poco enfermos, pero no podemos dejar de mirar portales inmobiliarios. Además, durante agosto, Julio ha pasado de hacerlo por “diversión” a hacerlo por obligación: buscaba piso y su experiencia le ha llevado a desear la muerte de todos los caseros y agentes inmobiliarios de este país :) . Sí, ha sido una experiencia frustrante. Sí, preferimos jugar al Precio Justo: versión Idealista. ¿Juegas con nosotros?
¿Cuál es la cuota de alquiler de un ático en Murcia de 55 m2, 1 habitación, 4º con ascensor, con aire acondicionado, amueblado, que pide un mes de fianza?
Puedes respondernos a la newsletter con tu apuesta para tratar de adivinarlo.
Lo que tú sientes se llama obsesión
Sabemos que no somos los únicos, aunque haya quien no lo comparta. Pero internet está lleno de foros que nos dan la razón: “Me gusta ver anuncios por entretenerme, como quien mira Instagram o TikTok. Ver las viviendas por dentro, imaginarme a los propietarios viviendo, viendo el mal gusto del color de las paredes del salón, lo desordenada que tienen la cocina –que ni tan siquiera han adecuado para las fotos–, o los pósters y peluches de los niños en su habitación. Y ver cómo se flipan con el precio, también”. Sí somos.
“Hay muchos motivos por los cuales podemos estar haciendo esa búsqueda obsesiva de casas”, cuenta Aurora Gómez, psicóloga clínica de Corio Psicología. “Cuando tenemos una necesidad que no se está cubriendo, nuestro cerebro intenta resolverla, aunque no sea de la manera más adecuada. Hay gente que está obsesionada porque creen que se merecen algo mejor. Otra gente está obsesionada porque convive con sus padres y la situación es muy tensa. Para ellos mirar es como ver ciencia ficción. Hay gente que está próxima a dar el paso, pero no encuentra nada dentro de este mercado inmobiliario tan complicado; para ellos hay un momento en el que se convierte en una obsesión o en un hábito seguir mirando”. Gómez señala que durante la pandemia este fenómeno aumentó: “Fuimos más conscientes de los espacios en los que vivíamos”.
Más allá de portales inmobiliarios, mirar casas de revista en Instagram es recibir constantes chutes de dopamina: “Suelen ser casas muy bonitas, muy simétricas, muy limpias… Lo curioso es que tienes la sensación de que has hecho algo, pero a lo largo del día a lo mejor lo único que has hecho es cambiar tu marco de representación”. ¿Cuándo deberíamos parar? “Si te causa malestar”, indica Aurora. “Y si lo que hace ese malestar, en lugar de llevarte a la acción, es bloquearte, es el momento”.
Gómez recomienda además visitar las casas de amigos para tener un marco de referencia realista: “Nos merecemos una vivienda digna; no hay por qué rebajar expectativas de vivienda. Pero sería más real que viéramos las casas de nuestros propios amigos para ver problemas reales de convivencia. Hay tanto pudor porque nos imaginamos que las casas de los demás son perfectas”. Incluso recomienda que sean tus propios amigos los que te ayuden a buscar: “Que te den consejos basados en su vida real. Que te inviten a sus casas o que te enseñen la parte que más les guste de su casa.”
Mirar casas bonitas es el nuevo porno
Ya en 2016, Javier Gómez –que ahora se dedica a entretenernos con series como La Casa de Papel– escribía en Papel sobre el porno inmobiliario: “Mientras ideo las reformas, calculo los plazos de la hipoteca y me imagino envejeciendo en ese lugar, encuentro paz. Una paz efímera. Una paz de adicto […] Los yonquis inmobiliarios preferimos mirar a comprar; fantasear con que lo hacemos pero no hacerlo jamás. Imaginarnos vidas que nunca tendremos, pero creérnoslas durante unas horas, durante unos días”.
Fantasear es lo que hace Eva Morell desde hace años con casas que sabe que nunca podrá comprar: “Como no voy a ser nunca rica, las miro, me enamoro y ya; como cuando tienes hambre y empiezas a mirar cosas de comida o leer recetas y te quita el apetito”. Eva nos pone los dientes largos todas las semanas con su newsletter sobre cabañas maravillosas, El club de la cabaña, pero su obsesión comenzó hace años: “Descubrí una inmobiliaria británica que se llama Modern House y una inmobiliaria sueca que se llama Fantastic Frank. Me tiraba horas y horas haciendo scroll, dándole con el Google Translate a traducir las suecas porque no entendía ni Cristo… Veía unas casas que decía: ‘Me voy a ir a vivir a Estocolmo mañana’. Con Modern House me pasó igual: eran casas brutales en barrios históricos de Londres, en el Barbican… Casas que obviamente valen un huevo”.
Morell comparte muchas de esas casas increíbles en un hilo de Twitter que es uno de los contenidos favoritos de Bea en la red social. La curación de sitios bonitos triunfa en redes: la cuenta Somewhere I would like to live tiene más de 870.000 seguidores en Instagram. Y es que las cosas bonitas son un refugio contra los malos días o las malas rachas: no te quedes con el pan, pide también las rosas.
Pero no hace falta mirar fuera de España para encontrar porno inmobiliario, seguir alegrándonos la vista e imaginar futuros mejores que los zulos con los que abríamos esta semana. Morell cuenta cómo la llegada a España de Home Hunter, inspirada en Fantastic Frank, fue su perdición: “La cosa se hizo un poco más seria porque en 2013 empecé a trabajar para ellos como diseñadora gráfica. Desde entonces, obsesión al máximo por su culpa”.
De Idealista a Realista
Bueno, ha estado bien este paseo por las nubes, la bonitez y los planes para cuando nos toque el Euromillón. Pero volvamos a poner los pies en el suelo. Es el momento de buscar una casa que sí podamos pagar. Es lo que Morell empezó a hacer hace ahora un año: “Empezamos a buscar piso en Málaga en septiembre y me mudé en febrero. Hemos visto de todo. Es una decepción brutal. No tiene nada que ver tu expectativa con lo que luego te encuentras”. Pasar de ver casas de ensueño a candidatas a El Zulista duele un poco. “Yo no pido mucho: una terracita o un balconcito, luz, un baño, una cocina, un par de habitaciones… Frustra mucho”.
“Pinterest ha hecho mucho daño”, asegura Morell. Es común ver propuestas totalmente ideales, cero prácticas: “Yo creo que la gente realmente no vive ahí o que son casas para rodajes. La practicidad es lo primero”. Pero sí podemos hacer nuestra vida real un poco más bonita: “A la hora de vivir, mi recomendación: coge lo más barato y que creas que más partido le puedes sacar e invierte en pintar paredes, pintar suelos, pintar alicatados, etcétera. Si es alquiler no vas a tener problema en quitarlo. Para mí es la forma más fácil de hacer que una casa sea tu hogar y convertirla un poco en ese Pinterest que no es de verdad, pero que parece un poco de verdad. Se puede hacer mucho con muy poco”.
Nosotros te animamos a compartir en nuestro Discord el rincón favorito de tu casa, así nos inspiramos de forma realista entre todos:
El curetaje de FAQAdulting
Mientras entrevistamos a Aurora para este número, nos recomendó la película El pisito: muestra cómo el drama de buscar piso no es exclusivo de esta época. Está basada en una novela, por si prefieres la versión libro.
¿Imaginas ir a firmar una hipoteca dando como entrada 11.031 kilos de aguacates? No se nos ha ido la olla.
“Reeducar la estética, expandir la ética” es un buen resumen de la propuesta de Rewilding Britain y el periódico británico The Independent para resilvestrar a pequeña escala el mundo desde tu terraza, balcón o alféizar. Las propuestas para hacerlo, resumidas en español en este hilo de Cristian Moyano.