Ser pobre es bastante caro: entre las comisiones que cobran por quedarse en descubierto en el banco, los intereses de las tarjetas de crédito que a veces hay que utilizar para afrontar los previsibles imprevistos, los recargos por recibos, impuestos y multas impagadas… Eso sin mencionar tremenda terrypratchetteada que es la teoría de las botas de Vimes: básicamente, que la gente que tiene más dinero se las arregla para gastar menos porque puede permitirse gastar más en productos más duraderos.
Y si encima aumentan los precios del súper, la hipoteca/el alquiler, la gasolina y casi cualquier cosa que te imagines mientras los salarios se quedan igual que estaban –o con subidas pírricas–, ya ni hablemos. En esta What A Week vamos a rantear (con datos) sobre la mierda de desigualdad que vivimos, por la cual, por cierto, la inflación termina afectando más a los pobres que a los ricos.
¿Precio joven? ¿Eso se come?
Que los jóvenes de hoy estamos más jodidos que los del pasado es algo que ya hemos comentado. Menos dinero, un plan de vivienda de locura, más paro y precariedad laboral, y precios que cada vez son más y más altos. Una de las medidas destinadas a aliviar este dolor de muelas son los bonos joven –que en apariencia son una idea fantástica–, pero ¿cuándo dejas de ser joven? Si cumples 26 años, olvídate del de Renfe (que encima cuesta cincuenta pavos al año); si tienes 30, au revoir a los descuentos de algunos museos. ¿Has cumplido 35 y estás en paro? JAJAJA, que te follen (y no de la manera que nos gusta).
El caso es que la mayoría de estos descuentos, si descontamos los de transporte, son rebajas irrisorias para entrar en un museo, en la entrada de un monumento o alguna reducción anecdótica. A no ser que con el carnet joven podamos dormir en la Alhambra, no sabemos de qué forma esos bonos nos ayudarán a pagar el alquiler.
Además, el sistema de precios para nuestros servicios públicos –muchos de los cuales han ido empeorando desde la crisis de 2008– merecen reseña propia. ¿Alguien ha visto lo que cuesta una matrícula universitaria en Cataluña? ¿Cuánto te cuesta mensualmente el bono de transporte (sin contar las ayudas actuales)?
El circo del sistema de ayudas
El problema de las ayudas no es que en sí sean malas, sino que el sistema de concesión penaliza a las personas más vulnerables. Incluso cuando no hablamos de medidas generales que benefician a todos por igual, independientemente del nivel de renta. Si además se analizan las medidas generales, que afectan a todo el mundo, es evidente que estas benefician más a los ricos. Porque medidas iguales benefician por igual a todo el mundo, con lo que los pobres siguen igual de pobres y los ricos siguen igual de ricos (o más).
Un ejemplo que puede que hayas sufrido es la beca para estudiar (si además no tienen en cuenta la renta, mucho más). Fue el caso de Julio, que estaba independizado, contando con solo 600 euros al mes, y le dijeron que se fuera a pastar (pagó ese año la matrícula realizando un rito vudú, encadenando prórrogas y trabajando de noche). Además de las dificultades para conseguirla, en muchas ocasiones llega tarde y la cuantía, teniendo en cuenta el precio de los alquileres, hace que solo sea útil para aquellos que menos la necesitan (en concreto, para comprarse los billetes del Interraíl).
¿Si los precios están por la estratosfera, son estratoprecios?
Antes que hablar de la comida o la luz, hay un derecho fundamental bien que ha aumentado de valor año a año desde 2014: la vivienda. No es solo que cada vez hay más tenedores que se hacen con viviendas por herencia fundamentalmente (JA, chúpate esa, meritocracia) y luego ponen precios de alquiler cada vez más abusivos a los que no tienen nada, sino que encima parece que la sociedad está de acuerdo con ello.
Por otro lado, con la compra de viviendas siendo inalcanzable para la mayoría de los jóvenes, cada vez hay menos propietarios. La capacidad de soñar con una hipoteca se esfuma para unas generaciones que ya han vivido *revisa los libros de historia* muchas crisis. En fin, qué futuro nos espera si nuestra principal ilusión es endeudarnos con el diablo banco…
El curetaje de FAQAdulting
Hablando de ayudas (porque están mal planteadas, pero las queremos igual), el Gobierno ha anunciado una ayuda de 200 euros para quienes ganen menos de 27.000 euros y cumplan una serie de requisitos. Tienes más detalles sobre requisitos y cómo solicitarla en Maldita.es.
Nuestro buen amigo Javier Lacort tiene una newsletter bastante apañaíca que solemos leer. En su último número habla de la importancia de contar con espacios de desconexión para nuestro bienestar.
Y ya tenemos resultado de los propósitos de año nuevo de FAQAdulting. El ganador de la encuesta elegido por la audiencia es *redoble de tambores* el podcast. En los próximos meses, si conseguimos el colchón de tiempo que queremos, os contaremos más sobre el proyecto.
Nos leemos la semana que viene si la Audiencia Nacional no nos cierra el chiringuito (deja un corazoncito para que no se diga que no nos apoyabas).